lunes, 5 de marzo de 2012

Mestre desembolsará más plata al pasar la recolección a las privadas. Por Adolfo Ruiz


Las autoridades insisten en el “ahorro” para el municipio que implicará la tercerización. Pero los números parecen no acompañar al discurso oficial. Antes de fin de año, el canon que reciben las privadas se elevaría 10%. 


Hace dos meses, en pleno conflicto con el Surrbac por el despido de 195 trabajadores contratados, las flamantes autoridades municipales cargaban contra la estructura de costos de la Crese, señalando que lo,3 millos 28 millones de pesos que demandaba sostenerla por mes eran impagables. A las 48 horas ya el costo “discursivo” de la empresa municipal andaba en los 32 millones, que a la tarde se convirtieron en 35 millones, en simultáneo con la lamentable descarga de camiones de basura en pleno Palacio 6 de Julio.
Días después vino la conciliación obligatoria, la reincorporación de los trabajadores, la convocatoria a empresas para tercerizar el servicio, el pedido de rebaja, y finalmente –en la madrugada del jueves último–, la firma del contrato de cesión a favor de las privadas Lusa y Cotreco.
Con ello, también su presentación a la sociedad como un “ahorro” para la Municipalidad, al facturar en conjunto 37,2 millones sólo por la recolección.
De eso habló precisamente este mismo jueves el intendente Ramón Mestre en la apertura de sesiones, al declamar los “2 millones de pesos mensuales” que ahorraría el municipio.
Crese residual. En la víspera del discurso de Mestre, y cuando todavía se estaba escribiendo la letra chica del contrato, el propio presidente de la Crese, Alberto Castagno, admitía un costo final del servicio en 43,7 millones de pesos, que se componía de lo que se pagará a las privadas, más una estimación de 5 millones de pesos mensuales por la llamada “Crese Residual”.
Luego de ceder la parte central de su actividad, la actual empresa municipal quedará a cargo del predio de enterramiento (actualmente en ruta 36). Pero también mantendrá su responsabilidad sobre la escombrera municipal, la limpieza de basurales a cielo abierto, la limpieza de sumideros y desagües fluviales, los centros de reciclado (o puntos verdes, con la labor de ex-cartoneros), y las campañas de difusión para el reciclado.
El cálculo de 5 millones suena bastante optimista, más aún teniendo en cuenta la minuta de costos que una semana atrás publicó el diario Alfil, luego de acceder a la planilla de noviembre de la Crese, y que sólo para el desagregado “predio de enterramiento” arrojaba una suma de 5,86 millones.
Seguramente consciente de esta diferencia numérica, y al borde quizás de un acto fallido, el propio Castagno admitió de algún modo el rojo de la cifra. “A lo mejor te cueste un poco más que el anterior, pero tenés una gran ventaja financiera al no tener que poner los 120 millones de pesos que hoy la Crese necesita de inmediato para poder prestar el servicio”, le respondió a Día a Día. Luego, quizás consciente del lapsus, Castagno aclaró que el costo “no es más, sino muy similar al anterior”. Dijo: “Son 37,2 millones de las privadas, más 5 millones de la Crese. Hoy estamos ahí”.
Ese “estamos ahí”, aún con su carga de optimismo numérico, parece contrastar con las estimaciones de costos consultadas con diferentes actores de la industria, que aseguran que la llamada “Crese Residual” podría duplicar la actual estimación.
Sólo por su personal (250 empleados) tendrá un costo mensual de 3,75 millones. A ello se suma 1,5 millón por el alquiler de la maquinaria pesada para el enterramiento de la basura, otra cifra similar que cobra la empresa POL (subcontratista) para la operación de la escombrera municipal y la limpieza de basurales a cielo abierto. Se agrega el alquiler de las máquinas desobstructoras de bocas de tormenta (4.500 en toda la ciudad), con un costo de 150 mil pesos mensuales. Y falta todavía el costo de los puntos verdes. La suma asusta.
Canon flexible. Pero si los costos de la Crese residual se disparan de entrada, no menor es el riesgo (o más bien la certeza) de que con el canon que cobran las privadas pasará lo mismo.
Esto tiene que ver con la cláusula de reajuste que incluye el contrato, y que les da derecho a Lusa y Cotreco a una actualización de canon siempre que los costos operativos se disparen al menos un 2,5 por ciento.
Se presume que en julio próximo ya habrá motivo de sobra para re discutir los 37,2 millones que el municipio pagará a las privadas, ya que para entonces se aplicará la primera suba salarial para el gremio de camioneros. El año pasado fue de un 6 por ciento cada tres meses. Para éste se espera algo similar.
Como el impacto salarial en la estructura de costos varía entre el 52 y el 56 por ciento, según toquen o no aguinaldos, un aumento de 6 puntos rebota directo y pasa con facilidad el piso del 2,5. Consecuencia: después de julio viene un seguro aumento del canon. Y se repetiría por la misma causa en noviembre.
A eso habrá que agregarle las variaciones en otros costos sensibles de las empresas: combustible (esta semana ya trepó un 9 por ciento), alquileres de camiones (actualmente se pagan 40 mil pesos mensuales por cada uno de los 49 alquilados), indumentaria (dos mudas por año, lo que constituye el cuarto mayor costo de las empresas).
Este combo de subas de los salarios e insumos conduciría a que a fin de año los 37,2 millones que la Municipalidad pagará por mes a las privadas ya superen con holgura los 41 millones. La pregunta se cae de madura. ¿Y el ahorro?
Costo. $ 43,7 millones por mes debe poner la Municipalidad para pagar a las privadas y sostener Crese “Residual”.
Residual. Crese seguirá funcionando con 250 empleados. Se estima que el costo mensual superará los $ 5,8 millones.
Salario. Se estima que los recolectores tendrán este año una suba del 12%. Eso hará trepar el canon a las privadas.
Cambio de planes. Cuando era concejal, el actual viceintendente Marcelo Cossar pataleó de lo lindo cuando Cotreco quiso desembarcar en la Crese. Fue durante el fallido proyecto para enfardar la basura. Cotreco, bajo el sello de Compañía de Remediación Ambiental, era la principal interesada.
A la escondida. Desde la Crese se había asegurado que la firma del contrato con Cotreco y Lusa sería pública, de manera de que los representantes de las empresas se pusieran en contacto con la sociedad cordobesa. Cotreco lo hace a través de un vocero, pero los directivos de Lusa son inhallables.
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30 millones de garantía para Crese
Ante la supuesta falta de experiencia de la correntina Lusa, que desembarca en Córdoba con sólo 7 meses de experiencia previa entre sus credenciales, el presidente de Crese, Alberto Castagno, comparó la situación con la contratación de Roggio (Clima) durante gestión de Mestre padre. “Era una empresa que nunca se había dedicado a la basura”, señaló. Trazando el paralelo, sostuvo: “Lusa es una empresa joven, pero trae el respaldo de una empresa de transporte que trabaja en varias ciudades y que tiene más de 30 años de experiencia”, dijo Castagno en defensa de ERSA, la “empresa madre” del grupo que dirige Juan Carlos Romero. Aún así, el contrato prevé un seguro de caución por el 10 por ciento del monto total del canon, para el caso de que se compruebe un incumplimiento en el servicio. “Será una póliza a favor de la Crese”, dijo Castagno, quien consideró que “esa será la principal garantía de las privadas”. La suma alcanzaría los 30 millones de pesos

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